Bebo
de ti como lo haré mañana
porque
he descubierto el manantial
de
las aguas sin tiempo.
Nadie
va a quitarme tu nombre de la boca,
ni
un segundo concreto en la memoria,
aunque
esté quebrándose y quedándose
en
escombros.
He
tomado lo que es mío sin serlo,
siéndolo
mucho antes de que me lo quitaran.
Y
es que el mundo no entiende que los
caminos
se invierten porque el paso no los domina,
ellos
estaban mucho antes
que
aquel que quiso andarlos o desandarlos.
Nená de la Torriente