viernes, 28 de junio de 2013

De estancia a estancia 
mide una cintura a la que 
le han crecido ramas de limonero. 
Ella piensa que así estará inexpugnable 
sabiendo que la rama se dobla, 
sólo eso, 
y que su aroma traerá momentos 
de mil instantes felices. 
Cuando cierra los ojos la cintura 
le oprime y el olor es tan intenso 
que su conocimiento se pierde 
en lagunas,  viéndose ahogada 
en aguas profundas, 
pero eso no lo dice, 
porque ella es la distancia 
que mide de parte a parte un mundo 
de habitaciones. 

Nadie estará detrás.




 Nená de la Torriente