lunes, 6 de mayo de 2013


Ya no solemos hacer lo de antes, 
la del espejo y la que se mira, 
emocionarnos cuando surgían preguntas. 

Creo que nos hemos convertido 
en surtidores de respuestas 
a preguntas ya escritas,  de cosas 
habladas,  de vertebradas formas 
que nos unen. 

No buscamos,  nos dejamos arrastrar 
como bolas en un billar gigante, 
sin saber quién hizo la primero  
jugada,  ¡y me atrevo a hablar 
de individuo y de autonomía casi rebelde! 

Sé que tengo que volver a empezar. 
Romper esta postal manejable y vaga 
y volver al punto más insignificante 
o irritante para mí, 
cerrar los ojos y mutarme en él, 
abrazarlo y escuchar 
sin la lógica que me he formado. 




Nená de la Torriente