jueves, 9 de mayo de 2013


Rompo fotografías pensadas 
con todo lo que me hiere. 
Me digo que es absurdo sufrir 
que hemos venido a gozar, 
que es nuestro primer mandamiento. 
Encuentro la lógica fórmula 
de entender la alegría de vivir, 
de sentirlo todo como parte  de mí, 
hasta la escasez de aire 
de este pulmón asmático la hago delicia. 
La soledad depende de nosotros, 
hay millones de solos buscándose 
que necesitan un abrazo. 
La ternura es más poderosa 
que cualquier instrumento del lenguaje. 
El ser humano es un pobre animal desnortado 
con su propio tiovivo y vagos recuerdos. 
Si es tan claro el mensaje, 
si el camino,  a pesar de ser tan complejos, 
es tan recto y se ve el desenlace, 
dime ¿por qué sufrimos tanto? 
Es tan dolorosamente incoherente 
que el dolor se multiplica. 




Nená de la Torriente