Yo
no quiero que me dejes en paz
yo
quiero la paz contigo.
Un
mano a mano de queso
un
mano a mano de vino
y
tal vez cuando la botella tirite
un
hablamos atropelladamente juntos.
Nada
más hermoso que una risa
a
pachas,
y
yo me meto en la botella,
no, tú primero,
y
a ver quien sale antes,
y
a ver cómo.
Y
en éstas, ¿adónde vamos?
que
aquí no hay mar
y
no hemos traído lapicero.
¿Y
que cosa contaremos?
no
mejor lo cantamos.
¿Seguro
que Ionesco ha muerto?
Sí, en el 94.
Pues
me da que está en esta botella
con
nosotros.
Qué
no mujer que no hay espacio,
lo
dirás por esta risa absurda
que
no sabemos contenerla
¡No!
Porque cuando entraste
no
tenías el pelo rizado.
Nená de la Torriente