¿Qué
te enreda?
Demasiadas
cosas añadidas
recubren, ocultan, entierran,
techan
a otras
que
están ahí empujándose
o
cohabitando juntas,
con
una armonía que en tu
letargo
no descifras.
No
todo es tan complicado
ni
en su entramado más perplejo,
despacio
vas mirando lo que hace
distinto
a un montón de otro
hasta
deshacer el nudo del ojo
que
lo esclaviza,
y
así como liberas las pupilas,
vas
desatando las ajorcas de
los
pies y las muñecas.
Nená de la Torriente