lunes, 6 de mayo de 2013




Construye tu cueva 
al lado de mi cueva 
y podremos jugar a descifrar 
los sonidos de la noche. 





Cada uno guardará su silueta, 
algunas ilusorias,  no como 
nuestras propias sombras. 
Construye tu cueva 
al lado de mi cueva 
y saldremos con los pies desnudos 
a que nuestros dedos buceen. 
Nos saludará cada pequeña 
margarita,  cada diminuto poleo 
-que la imaginación coloque en la 
acera-  y hasta el gran sol se dará cuenta 
de nuestra presencia. 




Nená de la Torriente