miércoles, 1 de mayo de 2013


Dormido aún,  arrastra los pies 
hasta su armario. 
Tira de la manilla de la puerta 
y un mundo generoso en colores 
vivos de selva,  sale inundándolo  todo. 
Lianas verde musgo, 
aves de plumas rojas, 
ramas curvas y hojas como chairas, 
hasta el estallido de mil sonidos. 
El recién despertado 
mira todo aquello y dice: 

‘Bueno, ¿pero hoy qué me pongo?’  

-Por eso es tan importante aprender 
a soñar a cualquier hora- 




Nená de la Torriente