miércoles, 1 de mayo de 2013




En un universo paralelo 
tú tendrías mi voz y yo la tuya, 
mi fe y mis pesares en tu mochila, 
tu armonía y vitalidad en mis manos. 
En un universo paralelo 
te levantarías de noche descalzo 
y beberías agua como si fueras un pez, 
apenas sin abrir los ojos,  como una 
reminiscencia de la herencia de un pasado 
muy lejano. 
Saldrías al balcón y dejarías que el viento 
te soplase o la lluvia,  y volverías a la cama 
o al sofá, 
o a la alfombra de pelo. 
Yo dormiría toda la noche y de vez en cuando 
me despertaría pensando en ti, 
pero volvería a dormirme acurrucada. 
En un universo paralelo 
tú tendrías la risa que alza el vuelo de las palomas, 
y yo,  
la sonrisa que colma de paz a todo el que la mira. 



Nená de la Torriente