miércoles, 15 de mayo de 2013




Algunos todavía creen 
que la vida se cursa en los libros, 
y vamos tirando de momias 
por toda compañía humana. 
Un poema no es un poema sin ti 
que no tiemblas, 
que no te lo arrimas ni te hace mirar 
una flor de otra manera. 
Me dan miedo esos días de aforo, 
cuando la calle está llena y parezco 
una mendiga de ojos,  de sonrisas, 
de cualquier gesto de humanidad 
serena. 
Me dan miedo porque cada vez 
reinciden con más frecuencia. 
¿Dónde está la vida? 
¿Detrás de qué mueca? 
No hay ademán en rostros 
de cartón entristecidos, 
y me duelen, 
me duelen inmenso. 



Nená de la Torriente