viernes, 24 de mayo de 2013

-Poema de amor-


Tu palabra en mi boca 
no es un anuncio, 
es un nacimiento, 
como el brote 
en la rama que clarea. 

¿Cuántas vidas debemos vivir 
hasta encontrarnos? 




Lo tengo difícil, 
no creo en las reencarnaciones, 
aunque sí que cada espacio 
claro de tiempo es una vida, 
que se enreda y fallece,  y 
renace irremediablemente en otra. 
Pero así no nos queda mucho 
tiempo. 
Mi ojo sobre tu ojo quieto 
no te manda señales, 
te está queriendo,  tan sencillo 
como el gusano blanco en la avellana, 
feliz,  celebrando su banquete. 
Nada puede alejar mi norte de tus 
manos,  de tu voz,  y de ese mundo 
casi mío,  increíble,  adoptado, 
al que amo tanto. 





Nená de la Torriente