De
esta manera se miran
como un par de gemelos,
quien
se piensa se está pensando
una
sola vez o dos veces.
Siempre
juntos, adheridos
labio
a labio.
La
sicalipsis para el ojo ajeno.
A
donde van dos, va uno,
donde
uno siempre dos,
tango
de piernas y de brazos
a
ritmo de bolero
-sorprendente
conjunción-
Diego, Andrés, Jesús, Manuel,
Lola, Pepa, Luisa, Ana,
quieres
eran ayer ya no son,
lo
que son ya no les espera.
Es
lo que amalgama el amor
identidades
vagas,
cuando
se convierte en torbellino.
Nená de la Torriente