Te
miro como la luna nos mira
porque
nos mira la luna, aunque
tú
no lo creas.
Te
veo en el devenir diario, con tus
puentes
levadizos, a veces averiados,
derribando
los muros a besos
o
con aguerridos dicterios.
Me
gustas por todo lo que sientes,
por
como lo manejas, porque si éste
dice, porque a ti no te llama y si te llama
no
importa
y si importa se pasa.
Y
mis ojos -esos ojos que te miran-
son espacios de luna,
porque
por ti se reflejan,
de esa luz de continuo
mi
vida, aunque tú no lo sepas.
Nená de la Torriente