domingo, 15 de septiembre de 2013

Si de mí dependiera 
regalaría domingos. 
Domingos sin lunes 
con mañanas de sol 
y lunas llenas. 
De tu mano a mi mano 
ni un segundo, 
de tu boca a mi labio 
ni eso. 
Si de mí dependiera 
te haría un navío 
con la jarcia bien firme 
que hondease tu nombre. 
Y si de mí dependiera 
sería agua procelosa, 
para ir besando tu casco 
por el inmenso piélago. 





Nená de la Torriente