el
ancho
del haz
de luz
de un faro.
del haz
de luz
de un faro.
Alto
en esta penumbra,
bello, como el más bello prado
que
a tumbarse quisieran
miles
de cuerpos.
Ya
sé que desde ti,
una diminuta tos
una diminuta tos
y
el cansancio,
para
que veas el asunto de las perspectivas.
Uno
no es ni la tos ni la desmesura,
pero
en definitiva sí la luz.
Porque
tú eres luz brillante desde cualquier
esquina,
distancia
cercana
o
lejanía,
maestro,
astro,
tibieza, honradez cosida
a
pieles finas,
a
pieles gruesas,
a
huesos que descansarán algún día.
Nená de la Torriente