martes, 17 de septiembre de 2013




Diría que en ésta o en aquella vida, 

o a la vuelta de la esquina, 
tú y yo nos hemos mirado. 





Diría que no a un fondo de gelatina 
de un ojo que todo lo mira, 
sino a un desconcertante ‘adentro’. 

Diría que en ese cruce extraño de ojos, 
buscadores de extrañas piezas,  ambos 
cazadores se tropezaron en su hora 
de apresar humanos. 

Diría que tus ojos se llevaron algo mío 
como los míos algo nuestro,  y 
que algunas veces sueñan con una desnudez 
turbadora. 

Diría que tal vez tú lo has olvidado 
como quizá yo no atiné a ponerle nombre, 
pero diría que una vez llegamos 
a ser dos balcones. 





Nená de la Torriente