No
vale la pena penar alegrías con claveles rotos,
ríete con el vientre, con la misma risa
que
sale del hueco de las muelas.
No
recortes todo lo que ya es bonito
con
plazos de dudosa suerte, dándole dolor
a
lo que ya es perfecto.
Puta* vida ésta,
que la indisponemos absurdamente.
Nená de la Torriente
*No por ella misma sino por nuestra propia torpeza.