domingo, 15 de septiembre de 2013


Nadie sabe cómo huele el final del verano 
en tus manos,  como hojas de eucalipto 
que han ardido dibujando figuras concupiscentes 
sobre un aire limpio. 





Nadie sabe cómo tiembla el principio del otoño 
en tus labios,  como torrentes llenos 
que han llorado sus cartas de amor extraviadas 
de tantos caminos. 

Nadie sabe cómo suena el presente de hoy 
en tu paso,  como el destello en el suelo 
de la huella de la estrella puérpera, 
a otra luz mucho más viva. 






Nená de la Torriente