jueves, 30 de agosto de 2012


Ya no me queda 
esa tentación de entenderte, 
porque mi fe se derrite al sol 
de los últimos días de agosto. 
Todo tiene un sentido, 
hasta lo que sin dárselo,  se revela. 
No me importa. 
Como no me importa la curva 
que hace el sol en el crepúsculo, 
porque tengo descuidados 
demasiados huesos,  y 
he de peinarme el pelo 
más a menudo. 


Todo sigue girando y nada ha cambiado, 
y no comprendo 
cómo nos hiciste tan imperfectos. 

Perdóname por no saber perdonarte 
como yo me perdono. 




Nená de la Torriente

2 comentarios:

  1. navegan tus ojos
    en el reflejo
    de la cristalera gótica

    cero horas y treinta y seis
    es treinta y uno de agosto
    y la luna está llena

    me invita la escalera
    la luz de la puerta
    a contemplarte secando las dudas

    arranca un fuerte viento
    la arena revoltosa de la playa
    presagia levante

    me gusta el cabello rubio
    ver amanecer
    retrasa el canto del cisne

    se avecina un otoño cálido
    lo peor es
    que arde Sierra Negra

    la poesía pierde la inocencia en las horas
    los segundos
    son sentimientos indefensos

    que te pueden decir
    sin conocerte
    lo que a nadie más siento

    me recreo en tu sílaba
    descubriendo la oración
    de la belleza

    que me hace vivir
    lo mejor
    de la teoría de las ideas

    los versos se regalan
    no se guarda la emoción
    con cerradura

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  2. Estupendo poema Rafael.
    Abrazote,

    Nená

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