Tal
vez cuando mi pelo
se
cubra de azucenas,
yo
te guste.
Tal
vez cuando olvides
la
juventud y los labios
gruesos,
yo
te guste.
Tal
vez me huelas
como
ese jardín de primavera
delicada,
cuando
seas tronco seco
de
seca savia,
porque
luchar contra el instinto
es
de locos chiflados,
y
lo único que tengo
es
esta loca sensatez.
Y
sólo tal vez
cuando
te guste,
tú
me parezcas un pájaro.
Nená
de la Torriente
¡Qué difícil es acompasar los sentimientos!!!. Aunque tal vez...
ResponderEliminarMi bella coeliquore, creo sinceramente que la verdadera fortuna es sentir, eso es lo que te llevas, y no lo digo como quien se conforma -que nunca he sido conformista, soy la eterna luchadora-. Pero este poema pretendía eso, la imagen de los ciclos. Afortunado es el que siente, sea correspondido o no.
ResponderEliminarBeso, beso y beso,
Nená