Bebo
de ti cuando puedo
y
cuando no
bebo
de mí largo rato.
Las
mañanas son pellizcos
de
invierno en primavera,
las
noches, siempre noches
de
verano.
Adoro
el sonido del avellano
cuando
el viento le soborna
y
hace de él un bandoneón argentino.
Consigue
que mis pies se deslicen
por
una hierba nueva
y
sea la más bella de las almeas.
Nená de la Torriente
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Háblame