Yo
no entiendo de estrategias
ni
políticas, ni económicas,
sólo
observo movimientos y
a
veces saco conclusiones
dispuestas
al cambio sin miedo,
porque
nunca llevan grillete
ni
son cerradas por naturaleza.
Este
juego de naipes de ‘te quito
las
prestaciones por desempleo,
ahora
te las subo, pero endurezco
las
condiciones’ me recuerda al
malabar
de las tres pelotas.
‘Si
tu madre tiene algo ahorrado
tú
te quedas fuera’
-vamos
que de ti no se libran
ni a puntito de la tumba-
Nos
piden que nos jubilemos a los sesenta
y
siete los mismos que tendrán
pensión
vitalicia
por
unos años de 'muevo el lapicero',
eso
sí, ‘¡hagamos un esfuerzo común!’.
Pero
yo sólo veo unos jefes de pista,
enanos
y cabezones,
dirigiendo
el gran circo de las pobres bestias.
Ya
todo está fuera de su sitio.
Hasta
un desguace se ve mermado,
porque
aquí nadie se cambia el coche
-que
se lo pregunten a los desguaces La Torre
siempre
con la pieza que nadie encuentra,
ahora ilocalizable-
Decía
Antonio que ya estábamos
en
el Tercer Mundo,
pero
como esto siga sí, vamos a terminar
poniéndole
nombre
a
un par de peldaños más de la escalera,
o invertirla,
sólo por incordiar un poco.
Nená de la torriente
jaja, desguaces la torre, qué bueno... el otro día un amigo mío tuvo que ir allí porque la factura del mecánico era un robo, directamente... un abrazo!
ResponderEliminarSí, siempre tenían de todo, pero hace poco pedí una pieza que no tenían grrr, me decían los pobres ¡la crisis!. No seeemos nadie, me vino a la mente la peli de Mad Max -ya no nos quedaría ni eso, un futuro de vehículos robustos modificados con piezas-
ResponderEliminarUn abrazote,
Nená