Ya es tiempo de margaritas 

cuando los pétalos no son  síes

y noes. 

Es tiempo de recogida 

sin servidumbre, 

de amor sin alambique. 

Así lo entiendo, 

la humanidad entera está esperando 

una nueva primavera, 

no un despertar de sentidos, 

un vapulear de conciencias. 

Todo lo nacido,  sin grilletes, 

con la expectativa sin retinas 

averiadas, 

ni catones minúsculos 

de letras retorcidas.  

No más trueque con el mismo billete. 

Amor,  amar sin letras 

sin el concepto usado y pueril, 

ni el manoseado sexo 

por el puro sexo. 

No todo vale, 

no vale todo. 

No tengas prisa, 

desbocado 

no se vive 

ni mejor ni más. 

Nená de la Torriente