lunes, 6 de agosto de 2012


Nado sobre la lluvia y 
bajo los puentes y los cortados 
de las rocas: 
Nado en la gota rabiosa 
que se precipita sobre los lomos 
y las crestas de esta tierra 
llena de claros y de sombras. 


Nado cuando me miras y 
cuando estás ausente,  nado 
dormida,  siempre que llueve. 
Voy y vengo ligera o enfebrecida, 
iracunda o en tierna caída 
no importa sobre qué brazos. 
Llego hasta la orilla, 
hasta la boca de los mares, 
a las cimas de los montes. 
Llego a tus brazos más amables  
o más poco clementes, 
llego,  como gota de chubasco 
nacida de una nube entre las nubes. 





Nená de la Torriente


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Háblame