miércoles, 15 de enero de 2014

Tan lejos 
como una rodaja de limón 
de su vaso, 
y ya me siento perdida. 
Tan pequeña es la huida, 
que descubro que pierde significado, 
letra a letra, 
la palabra hatillo. 
Quiero borrar el contorno de mi sombra 
y de todas las sombras. 
Desdibujar las lindes que hacen que el pie salte 
y se sobresalte innecesariamente. 
Deseo que sea solo la cascada 
de un corazón la que brinque, 
en un antojo inocente, 
tanto,  que aún sabiendo que no va a ser 
entendido,  lo ignore todo, 
porque perdió las orejas al pactar 
el primer pUm pUm limpio de razones. 





Nená de la Torriente