Si has empezado a quererte
con todos tus embalajes,
no retrocedas.
No digo que no
puedas mejorar, y
si te resulta como pluma ligera
aprovecha el giro
de su caída hacia el suelo.
Bregar tanto a
solas no saca lo mejor
de nosotros, si no
aprendemos a respirar.
La asfixia es un
mal de este momento
y de todos los
tiempos.
Yo sólo sé que si
pudiera, seas quien seas,
no te dejaría sólo
por la noche,
te daría un abrazo
antes de dormir
o te leería un
cuento.
Te haría saber
del modo que fuera
que aunque te
parezca increíble
no estás sólo, y
no llores más
que no lloraré yo tampoco.
Nená de la Torriente