domingo, 5 de enero de 2014


El desánimo es una incredulidad.

Henri Frédéric Amie 


Quería contarte un cuento 
de Reyes distinto. 
Un cuento sin estrellas, 
sin caras sonrosadas, 
con coronas de flores sobre 
melenas oscuras. 
Quería soplarte una noche 
especial, 
que no saliera en ningún 
estúpido telediario 
como marioneta del despilfarro 
y del derroche.
Quería contarte amor,  que hay amor 
más allá de este amor que te arrimo 
silencioso cada noche, 
o a las doce de cualquier día 
haga sol o caigan chuzos de punta. 
Porque sólo tienes que creer, 
creer desde los cordones de los zapatos 
hasta la punta de la cerviz 
y dejarte invadir por cualquier soplo 
de verano siendo enero, 
sin hacer preguntas. 





Nená de la Torriente