Tanta
tontería junta
no
acerca un poema.
Prometo
evitar aquello
que
te disguste, que me disguste
¿aunque
no coincida?
¿Te
das cuenta?
Usamos
las mismas mesas,
los
mismos cubiertos,
las
mismas copas.
Donde
tú ves afines, yo delfines,
donde
amables, yo cofres con
llaves
perdidas.
Quizá
por eso me gustan tanto las sonrisas
por
su estado permanente de retrato.
No
indago,
devuelvo
el mismo lienzo de dulzuras.
Cuando
te detienes a escuchar mucho rato
caes
al abismo por una dolorosa sacudida.
Demasiado
tonto disertando a solas,
y
tú con tu copa,
la misma copa que las demás copas,
inmersa
en esa vorágine de simplezas:
Tanto
estulto dándole a la pirueta
de
algo que creyó ser una idea.
Recuerda
entonces:
Las
puertas de salida
suelen
estar allá en el fondo,
tanto en el centro
como a la derecha o a la izquierda…
-No tardes mucho, no espero-
Nená de la Torriente