una
a una siguiéndose
a
la carrera, a veces se alcanzan
y
se besan, ¡cómo se besan, Dios!
¡Cómo!
Que
mi piel se hace de garbanzo
crudo
y de arena poco molida,
y
un escalofrío me envuelve
como
un paquete de animal
envasado
al frío,
para
hacer con él lo que se quiera.
Hoy
suena a guitarra todo el día
y
tiemblo como el seísmo de las
alas
del mosquito.
¡Estoy
aquí! ¿No me ves?
Una
nota más y estaré muerta
a
tus pies en escalada abierta
hacia
tu boca.
Dime, hoy día 6 de enero
¿quieres
no casarte conmigo?
Nená de la Torriente