lunes, 6 de enero de 2014

Suenan las notas de la guitarra 
una a una siguiéndose 
a la carrera,  a veces se alcanzan 
y se besan,  ¡cómo se besan,  Dios! 
¡Cómo! 


Que mi piel se hace de garbanzo 
crudo y de arena poco molida, 
y un escalofrío me envuelve 
como un paquete de animal 
envasado al frío, 
para hacer con él lo que se quiera. 
Hoy suena a guitarra todo el día 
y tiemblo como el seísmo de las 
alas del mosquito. 
¡Estoy aquí! ¿No me ves? 
Una nota más y estaré muerta  
a tus pies en escalada abierta 
hacia tu boca. 

Dime,  hoy día 6 de enero 
¿quieres no casarte conmigo? 






Nená de la Torriente