sábado, 18 de enero de 2014

Me busco en el camino de Ceceñas, 
en el alto de Hermosa,
en la subida a Miera,
en el beso blanco de espuma de la larga 
Playa de Somo. 
En el faro,  en Chiqui, 
en los Peligros, 
y en los muchachos y muchachas 
que beben en porrón vino de coco. 
Pero sólo me encuentro desde aquí 
en el sonido de los maizales
cuando un coche rueda despacio
sobre los charcos, 
y cierro los ojos y escucho cómo se agitan 
las hojas perennes de los árboles, 
y siento que el calabobos me está mojando 
una tarde cualquiera por las calles de Liérganes. 





Nená de la Torriente