jueves, 23 de enero de 2014



No andaré oculta 
detrás de la colina 
por si vieran mi tobillo. 
Soy agua y lo he comprendido. 







La fuerza de mis nudos 
puede atravesar la ligereza 
de tus huesos,  la de los suyos,
la de mil palabras rojas, 
verdes, 
amarillas, 
vestidas, 
desvestidas. 
Nunca. 
¡Mira mis azules decapados 
y éstos plata y aquellos verdes de oxígeno! 
Nunca volveré a ocultarme. 
Delante,  al lado, 
detrás o haciendo un tornado, 
¿escondida?

Nunca. 






Nená de la Torriente