y
yo invento hoy un jardín botánico.
Nunca
seremos parecidos y no
buscamos
serlo.
A
ti te gusta el verano, y a mí
cada
vez menos el invierno
-aunque
ver llover sea la cosa más
bonita
de mi mundo-
Tú
no puedes creer en tanta ternura,
precisarías
una vida a mi lado
para
entenderlo.
Yo
no puedo entender tanta medida
cuando
el universo invita a romper
todas
las reglas.
Nunca
nadarías en mi laguna
porque
no ves el agua,
es
tan simple como eso.
Yo
no podré hacerme a los cartabones
ni
a los puntos de libro,
porque
a veces deseo dormir con ellos
y
mi piel es aún demasiado fina.
Nená de la Torriente