Todo
esto es lo que tengo:
un
cuarto lo perdí una noche
-haciendo
psicofonías
en
el puente de los franceses-
Daría
un pimiento al que quisiera
hacer
un guiso de buen puchero,
otro
al que quisiera manejarme
a
su capricho,
y
un tercero al que creyera que sabe
cómo es el ancho del vendaje
de mis heridas.
de mis heridas.
Daría
un zapato viejo al que yo amaseTodo
como
festín de las cosas perdidas,
para que juntos lo tirásemos donde
se
arrojen los ayeres.
Otro
zapato regalaría
al fiscalizador de "eres esto
o
esto vales", siempre más
si
has atesorado muchas cosas.
Y
un tercero al que mirase detrás de la tapia
como
mueren las margaritas,
y
se conformase con un suspiro.
Nená de la Torriente