hay
lágrimas de descompresión
tan
necesarias como el vapor de nube,
déjalas
correr a solas, no necesitan
ser
confinadas.
Si
alguna vez ves llorar, espera,
y
si escuchas un llanto casi sin sonido
acude.
Esos
hombros precisan de otros hombros
donde
derrumbarse y sentirse camada
en
cubil lleno.
Si
alguna vez escuchas llorar, espera,
si
las lágrimas se vierten despacito y la mirada
se
pierde en un punto que ya se ha perdido,
besa, besa, besa, besa mucho.
Resucita
el corazón de quien está tan herido
que
la vida le ha ganado por una manga,
y
ya las hormigas le recorren las piernas.
No
dejes que se le trague el limo
sin
haberle dicho un
te quiero,
eres
un ser humano,
eres
válido,
eres
cálido,
deja
que tu sangre hable.
Nená de la Torriente