miércoles, 6 de noviembre de 2013

-QUEJUCA de QUEJICA-


Me afligen esos hombres de: 
‘No te vayas tú a creer 
que esto lo digo por ti…’ 
Cuando ni se te había pasado 
por la horquilla, 
-esa que jamás te pones 
porque para eso hay que peinarse-, 
y te hacen pensar 
‘uy por Dios, 
que no me alcance esa desdicha’

Me hartan esas mujeres de: 
‘Tú lo que tienes que hacer es... 
Porque eres incapaz de saber que hacer 
y necesitas directrices obligadas en tu vida. 

Me aburren los muchachos de: 
‘¿Me das un vaso de agua?’ 
siguiéndote a un roce de la cintura 
por si pueden pillarte en un agarrón,
seguido de un tortazo, 
que acabará en revolcón,  un mapa 
abortado desde el minuto menos uno. 

Me cansa discutir de lo que sea 
porque nadie sabe discutir, 
 sólo colocar su idea 
por el artículo 68,  ese que dice: 
¡Yo siempre tengo la razón 
aunque tú tengas el bizcocho! 

El mundo hoy me parece hostil, 
perdonen que no le besuquee
como él espera merecido... 





Nená de la Torriente