-QUEJUCA de QUEJICA-
Me
afligen esos hombres de:
‘No
te vayas tú a creer
que
esto lo digo por ti…’
Cuando
ni se te había pasado
por
la horquilla,
-esa
que jamás te pones
porque
para eso hay que peinarse-,
y
te hacen pensar
‘uy
por Dios,
que
no me alcance esa desdicha’.
Me
hartan esas mujeres de:
‘Tú
lo que tienes que hacer es...’
Porque
eres incapaz de saber que hacer
y
necesitas directrices obligadas en tu vida.
Me
aburren los muchachos de:
‘¿Me
das un vaso de agua?’
siguiéndote
a un roce de la cintura
por
si pueden pillarte en un agarrón,
seguido
de un tortazo,
que
acabará en revolcón, un mapa
abortado
desde el minuto menos uno.
Me
cansa discutir de lo que sea
porque nadie
sabe discutir,
sólo colocar su idea
por
el artículo 68, ese que dice:
¡Yo siempre
tengo la razón
aunque
tú tengas el bizcocho!
El
mundo hoy me parece hostil,
perdonen
que no le besuquee
como él espera merecido...
Nená de la Torriente