martes, 19 de noviembre de 2013

-La laguna seca-

La laguna está seca. 
No se dio cuenta por dónde se iba el agua 
y ésta corría jubilosa, 
 sedienta de tierra y de tallos 
nuevos y de rutas ignotas, 
y mira que seca está la laguna 
llena de grietas,  diminutas muescas 
cuando te acercas. 
Dicen los que a su suelo han ido a poner la oreja 
que se la escucha gemir como madre 
que no puede engendrar,  que se siente vana, 
e implora que le convierta el mundo en otra cosa. 
Y allí está la laguna seca,  seca la laguna, 
muy seca, 
donde ahora van a llorarle todos los hombres 
de este planeta: 

¡Madre que no tengo pan,  que no tengo sueños 
donde apoyar la cabeza! 
¡Madre que no tengo amor,  ni tengo fuerzas 
para salir de esta gran miseria! 
¡Madre laguna buena,  ayuda a mi Tano a que se 
le cure esta mala pierna! 

-Ocurre que a veces
 el mundo 
se resuelve 
a solas- 






Nená de la Torriente