jueves, 21 de noviembre de 2013

Tengo que contarte tantas cosas 
¡tantas! 
que se me resbalan los dedos 
en el teclado, 
y si escribiese con el lápiz 
sé que le rompería la punta. 
Tengo que contarte 
que los días no tienen 
tiempo,  que el tiempo no existe, 
que al mundo le he dado la vuelta, 
que por fin sé 
lo que es no estar cuerda 
en esta dicotomía absurda 
de los sesudos. 
Ahora sé que lo sabido 
se olvida muy deprisa
-generosamente-
para dejar sitio 
a lo que aprendo nuevo, 
y que lo que sentimos 
no pasan por filtros como siempre 
nos han dicho: 
Sentencias sobre la amistad, 
cómo debe o 
cuánto debe guisarse. 
El amor,  quién da,  o cómo se toma. 
La felicidad en cuántas dosis. 
Simplezas,  sólo simplezas. 
Cosas que ya no me sirven. 

Ven a verme... 
¡Tengo tantas cosas que contarte! 





Nená de la Torriente