jueves, 19 de diciembre de 2013

Voy a quedarme a dormir 
en tu verso, 
hasta que me vaya a lo oscuro 
y quiera reclamarme alguien. 
No sé si está prohibido aparcar ahí o no 
pero no me importa, 
siempre he sabido bailarme 
los impedimentos. 
No sé si hablaré dormida 
-como suelo- o no. 
No sé si encenderé la luz de la mesilla. 
Nada de calladita 
y sin que notes mi presencia. 
Voy a dormir sí,  pero no a jugar 
a que no me pillas. 
Me quedo en cada sílaba 
que vayas escribiendo 
porque es el calor que me adormece, 
¡no por malo! 
Por tierno, 
por sereno, 
por brillante, 
por sutil, 
por humano, 
porque es como volver a una casa 
que recuerdas y ya no existe. 




Nená de la Torriente