viernes, 20 de diciembre de 2013



No te miento, 
me abruman los que no tienen 
dudas, 
los que portan una luz de carburo 
en la frente, 
como si llevasen un casco de minero. 
Los iluminados, 
los de ‘todo lo veo claro’, 
los que sentencian y no renuncian 
ni aunque les parta un rayo 
-literalmente-. 
No te miento, 
me dan miedo los que creen 
tener la verdad en los bolsillos. 
Los que bajan las escaleras mecánicas 
corriendo sin ningún motivo. 
Los que pliegan una pierna y reiteradamente 
dan saltitos,  mientras la otra descansa, 
te sueltan un discurso largo, y 
 parece que se estuvieran yendo. 
No te miento, 
me hago ilusiones,  como todos, 
pero dejo que se apaguen,  saco los extintores 
porque  el cincuenta por ciento de la moneda 
termina cayendo para el lado más incómodo,  y  
no me gusta lamentarme; 
de ese modo nada tengo que perder
 si es nada lo que obtengo. 
No te miento.







Nená de la Torriente