viernes, 13 de diciembre de 2013

-Casi hipo-



Me cuesta creer que tuve más vidas,  o 
que al irme de ésta volveré a otra. 
Quizá me tomo tan en serio o tan en broma
esta parada de autobús larga, 
que espero sólo un fin de trayecto. 
Vamos que otra parada sería una faena. 

No es que no me guste la vida,  la adoro, 
pero como todo en su justa medida. 

¿Quién por lógica ensoñando,  ensaliva una 
rica porción de tarta de chocolate,  y en realidad 
se comería mil doscientas cuarenta y nueve? 

No es que racionalice el placer exactamente, 
no es tomar un poquito cada día, 
mañana podría no gustarme ya la tarta. 
Es que las cosas son para dejar de ser, 
esa es su exacta medida. 

Por eso amor,  a veces pienso 
si es necesario sufrir inútilmente, 
cuando tú y yo sabemos que la tarta estaba rica, 
realmente rica, 
pero ya no queda en el plato.





Nená de la Torriente