si
no nos atreviésemos a pintar
tres
o seis líneas más en el horizonte.
La
posibilidad de cambio es la manera
de
sobrevivirnos, de que no nos ahogue
esta
condición de cordero estabulado
que
mantenemos en silencio.
Volar
siempre lo hicimos,
y sin ese molesto sonido de alas,
como el sacudir de alfombras viejas.
No
seas tan adulto, no envejezcas tan pronto,
no
nos dejes de la mano
en esta inocencia entusiasmada,
que no distingue locura de imposibles.
Vive
pensando en lo que es hermoso ahora,
mañana
no ha de venir hoy
¿o
acaso si?
Vive,
y
pase lo que pase
o
lo que no pase,
sonríe,
sonríe hacia adentro
sonríe hacia adentro
y hacia afuera.
Nená de la Torriente