que
conozca el agua,
ni
al ave que aprenda
el
cambio de las corrientes.
Los
caballos galopan y
el
viento desenreda sus crines.
Torpe
el humano da lecciones
siempre
al
que sabe su oficio,
no
al ignorante,
en
una necesidad de crecerse.
Repite una y mil veces
las
mismas maneras grotescas
cuando
se trata de amor.
‘Así
me debes de querer,
porque
si no, no me quieres’
Metiendo
el remo en mares
que
no son los suyos.
Nená
de la Torriente