la
mesa fría y colma con su suave tacto
sus
rincones olvidados.
Los
llama vida,
amor,
luz, y
les brotan hojas de naranjo,
verdes
como el verde que despierta
mayo, para poder llamarse mayo.
Todo
eso hace el verso,
despacio,
cuando
se deja caer sobre la mesa fría.
Nená de la Torriente