boqueando,
sin
más.
Redonda
su boca, plata el lomo,
su
cuerpo es acariciado por el agua.
No
te pongas a desear a los demás
lo
que no necesitan,
lo
que no quieren,
lo
que no esperan.
Aléjate
de la necesidad que les imagines.
Jugar
a ser hado padrino es una arrogante
pretensión
de bondad que se equivoca.
A menudo vemos el bien en lugares equivocados.
No
pongas zapatos a un niño que quiere ir descalzo,
ni
vistas el pecho a una mujer
que
siempre amó su desnudez.
No
cases parejas,
no
urdas planes,
no te interpongas amigo,
mira
al pez cruzar de orilla a orilla y calla.
Nená de la Torriente