lunes, 10 de octubre de 2011


Cuando el sol aún no ha llegado
se respira un pulso de roce.
La luna remendona
con sus puntas mordidas, ha cargado
el peso de muchos ángeles
-que por cierto, aún no sé si tienen  sexo-,
y todo parece detenido,
como una fotografía a la espera
de ser hecha.
En el fondo somos eso , bocas sin dientes,
pasiones a medio cocer,
un si pero no, un quiero pero no puedo,
Un momento estático  dentro de la inmensidad
del mundo.
Somos como ese instante en la madrugada quieto,
que no avanza,
que esta a la espera de una luz para ser.
Débiles  para dejar de ser impedidos,  subordinados,
de un despertador,
de un horario fijo,
de una queja idéntica,
de una pareja,
de un jefe/jefa,
de, de, de, de.


Nená 

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