La ciudad despierta,
no sabe que sigue dormida.
Las casas alineadas van al colegio
en fila de a uno, como cada mañana
a la hora en punto que el sol decreta.
Como reos convictos,
que no son más que saetas
de una precisa y enorme esfera.
Todo comienza.
El sonido irá anegando cada punto mudo
que rezonga fingiendo.
Todo volverá a lo de siempre,
humo, trabajo , humores
–buenos, malos,
malos, buenos-
y un cacito de amor para seguir viviendo.
Nená
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Háblame