lunes, 16 de junio de 2014



Voy a estar buscándote 
toda la vida y toda la muerte, 
porque cuando me confinen 
a una eternidad austera 
¿quién va a encontrar tu alma 
entre todas las almas? 




Quizá estés aquí al lado,  
cerca y no te vea, 
lejos y te sienta al lado, 
próximo a todas las cosas 
o tan alejado que sea imposible 
reconocer tu olor. 
Voy a estar buscándote 
toda la muerte ésta y toda la vida, 
porque cuando me la vendan interminable 
sabe Dios con qué pies andaré 
o con qué zapatillas, 
si los ojos serán necesarios 
o ya no habrá modo de tropezarse,  
porque ¿quién va a encontrar tu mano 
entre ninguna de ellas? 




Nená de la Torriente