miércoles, 4 de junio de 2014

D E C E P C I Ó N


No debes asumir que te aman, 
del mismo modo te abandonarán. 
No escuches a un hombre que desea 
ponerse de rodillas junto a tu vientre, 
su instante llega medido por la forma,

por el anhelo de sentirse amante. 

No pedirás nada, 
extenderás las manos y ofrecerás 
cuanto tengas.

Cuando todo te lo hayan gastado 
en sonrisas pobladas por moscas, 
mirarán más allá de su propio espacio 
y se darán cuenta de que el mar se hallaba 
demasiado lejos, 

que construyeron su pasión levantando 
la arena como lo hacen las olas 

con cada golpe que se precipita y muere 
en tantas orillas blancas. 




Nená de la Torriente