miércoles, 11 de junio de 2014

No amamantes ni un muñeco más. 
Las horas se hicieron de leche 
para caminarlas con los pies descalzos. 
Tuyo es el poder de transformar las esquinas, 
los llanos,  aquellos acantilados 
que se acumularon de abatimiento y decepción. 
La libertad es conciencia, 
una pintura indeleble 
que lo convierte todo 
en un descubrimiento. 
Viva luz por cada andada, 
por cada palabra,  por cada beso. 
No alimentes ni un muñeco más, 
no le dejes avanzar en ti 
con su ardid endémico. 
Tuyo es el poder 
de mirar lo nacido 
con ojos nuevos, 
de desacostumbrar, 
de deshabituar, 
de destruir todo 
lo que nos ha devorado
extendiéndose como un veneno. 



Nená de la Torriente