miércoles, 18 de junio de 2014

Tanto pensador de tijera 
no deja al verso respirar… 


Andarás y dirán que estás bailando. 
Tú escribe.
Verás como la luna, en su timidez extrema, 
ha sabido convivir con el sol 
algunos días claros, 
te llamarán cándido y extremadamente 
sencillo. 
Tú escribe. 
Mirarás las cosas y las nombrarás por el nombre 
que quieras darles, 
¡oh, será un síntoma inequívoco de vanidad! 
Tú escribe. 
Creerán que vacías tu corazón 
y no entenderán que no es un diario de tus cosas. 
Tú escribe. 
Madre y padre no lo verán productivo. 
Tú escribe. 
Aquel que crea estar mal reconocido 
detestará al valiente 
que no tema que le cocinen. 
Tú escribe. 
Y cuando no te acepten en ningún lugar por escribir 
distinto,  por hablar a solas, 
por pronunciar tu nombre, 
por no temer a los hombres ni al diablo, 
escribe hasta que te sientas extenuado
hasta que aprendas a reírte de ti mismo. 




Nená de la Torriente